Singled [Out] arranca de un aplastante vistazo al espejo: con quien me juntaré, y cuando va a pasar, como preguntas que definen y pautan la existencia de muchas mujeres.
Al mismo tiempo, en todo el mundo el concepto de familia está evolucionando y cada vez hay más mujeres solteras, madres solteras y no-madres. La soltería está aumentando en la gran mayoría del mundo. El Euro-monitor, una empresa de estadística mundial, predice un aumento de 48 millones de nuevos residentes en solitario en el año 2020, un salto del 20%. Los/as solteros/as serán el grupo de hogares de más rápido crecimiento en la mayoría del mundo. Y ahora por primera vez, el número de solteros supera al número de casados en muchas partes del mundo. En las áreas urbanas de Australia casi una de cada tres mujeres entre 30 y 34 años no tiene pareja; en España las cifras son semejantes. El 30% de las mujeres japonesas entre 30 y 45 años no se casan, mientras que en Estados Unidos las mujeres casadas que ocupan la franja de la treintena ha caído por debajo del 50 % por primera vez. China tiene más de 20 millones más de varones que de mujeres, y en ciudades grandes como Pequín existen más de 800.000 mujeres solteras por encima de los 30 años con buena educación y elevados ingresos, que escogen no casarse.
A pesar de esta creciente tendencia, ser mujer y soltera continúa siendo un estigma cultural de discriminación, que ha sido denominado por la comunidad científica como singlism. En nuestro lenguaje coloquial lo conocemos como “spinster” en inglés, “solterona” en español o “shengnu” en mandarín (esto último siendo una traducción literal de ser alguien… ¡“sobrante”!)
Como respuesta a tanta contradicción, la película quiere explorar el estigma pero también propone reflexionar sobre el lugar del amor en la actualidad, en un mundo donde el individualismo avanza como centro de la ecuación y donde sin embargo la soltería –especialmente la femenina- todavía sigue fuertemente estigmatizada.